Y estaba Contenta

Ahora que estarás muy solo, entre sábana y cama.
Dime ahora ¿qué es lo que harás?.
Todo ya es casualidad, ahora que ya no soy un peso,
dime que excusa inventarás, inventarás que ya no hay tiempo y que todo se acabo.
Inventarás que ahora te amas mucho más.
Inventarás que ya eres fuerte.
Inventarás que fue la suerte.
Riendo encontrarás tu excusa. Una más…
Y estaba contentísima de noche esperándote bajo tu casa.
Apriétame la mano ya nos vamos. Sí, que estabas contentísimo.
No te importaba que la lluvia ya cayera. Solo una vela era hermosísima, recuerdos y recuerdos que me sugerían, que de todas formas los contaré.
Que estaba contentísima, pero nunca te dije que gritaba adentro.
Que fuí feliz el otro día. Algo siempre te consuela, ríes cuando el tiempo vuela
Pero hay algo que aún no vuelve, Hay gran frió y tú no te tapas.
Hay que quiero que tu sepas, que no me convencerás jamás.
Que estoy bien desde que no Me tienes a tu lado.
Qué estoy mejor y que ahora rió más
Y mi recuerdo te alcancé, sólo sí estas muy mal
Y si al contrario estas bien,
Sólo, miraré.
Porque lo que siempre pedí al cielo. Es que esta vida te donará amor verdadero.

¿Por qué?

Cinco días sin parar de pelear, él llega a casa con una ganas de verla sin pensar que nunca está. Es decir ella está presente en cuerpo pero su alma no se siente. NO SE SIENTE.
Así es ella, fría cuando quiere, él le dice bipolar, y ella frunce la frente, él le dice que la ama y ella no hace nada. Y eso cansa, ella sabe que cansa, cansa el no sentir, el no tener ganas de vivir, pero ella, lo ama. A su manera. Pero lo ama.
Él está cansado de que ella no lo sienta y hace esfuerzos, le compra flores, flores de colores, la cuida, la mima, pero ya nada es suficiente. Para ella nada es suficiente, ella está volando, y no quiere parar, ella quiere irse y nunca más regresar.

Melodía de Dos

Si tan solo con tenerte, encuentro una razón, a veces denigrante con luces de Neón.
Si se hace el interesante, mano a su pelo va curvando hacia delante con luces de coral.
Entonces tendría que reconocer que no llevo razón.

Se que mi amor es inmigrante, de tu corazón, a veces palpitante y otras con terror.