Era 7 de setiembre, una tarde de recuerdos. Sola en casa, tarde y sola mi espalda.
Sin recuerdos de amor seguía echada en mi cama, tratando de acordarme la melodía de ese maldito programa, mirando estrellas, llorando y dibujando figuras con un líquido rojo, estoy despierta pero echada.
Y suena el timbre, me limpio la cara asomándome a la ventana. -Señorita las revistas. Bajo corriendo firmo y como una mala costumbre mía, abrí el sobre. Vaya sorpresa, chicas delgadas, blancas, anoréxicas y yo…
45 kilos sobre mí me pesaban cada vez más, alimentándome de agua y aire, porque sentir el aire en la cara todavía me gustaba. Cada mañana frente al espejo, me subía el polo y decía quiero ser flaca. Y corría y corría, según yo corría. En un mismo lugar sin avanzar, en un mismo lugar dejando de respirar.
Doña Cata, (adjetivo no tan calificativo usado por la vecina) Ally está pálida, ella está cada vez más pálida…(yo: que mierda le importa. Vieja entrometida) es el invierno contesto mi mamá.
Esperando a que pasen las horas, pintando y dibujando caras con cuerpos prestados, tratando de arreglar mi cuarto, perdiendo el tiempo, o como digo yo: Viajando en nubes oscuras, sin fin, es que me ahogaba, aveces me ahogaba.
Era 20 de setiembre, cumpleaños de Rodrigo, por ese entonces mi mejor amigo. 8:00 pm y yo arreglándome. Ok, ninguna maldita prenda me queda, coger la ropa de mi hermana, por ese entonces muy ancha. ¿WHAT THE FUCK? Y ahora que mierda hago!!!, cogí un polo un poco grande y negro, mi palidez relucía, era perfecta casi perfecta, mi cabello lizo y brillante, un pantalón azul talla 26 y lista, me faltaba cubrir algo necesitaba pulseras y un Colette a mitad de la mano. Ese día estuve lista.
Suena el timbre vino Andrea, 3 meses mayor y el mismo intento por ser feliz es decir: flaca, bonita e inteligente. Auwww, bajo corriendo la escalera, la veía flotante. Saludo a Andrea y me siento, ella solo abrió un poco más los ojos, ¿lista?- agregó. Sí- respondí. Estas bonita, pero un poco pálida. No uso maquillaje. Mi respuesta.
Esperando a Alex, tome una pastilla, me dolía la cabeza y sentía un poco de frío. Mi mamá, muy linda ella sirvió vinito, ese momento no tomé. Lo juro no tomé.
Llegó Alex. ...Vámonos chicas. ¡Buenas noches señora¡.
Mamá: Hola Alex, no lleguen tarde por favor, cuida a Ally…
Los tres en el carro de la mamá de Alex, los tres hablando, Alex por ese entonces, era lindo, modesto, un amigo que todos querían. Alex me entendía era el único que por ese entonces me agradaba. (me decía que cada vez estaba más linda, mas flaca y bonita). Llegamos.
Todos los del colegio, ese día había comida, más comida, pura mierda!, también tequila, un poco de cerveza y el infaltable ron… auww. Once de la noche sentados tomando. Ally toma! Aunque sea un poquito. Punto indispensable” empecé a tomar recién a los 17”. Mi error fue decir, ¿el ron engorda? Todos me miraron, y yo cada vez más pequeña me sentí, 4 horas incomodas sentada y por ratos temblando, quería que venga la mamá de Alex y me lleve a casa, para poder dormir y ser feliz, levantarme verme al espejo y sonreír.
Y no fue así, ese día tome un trago, llegue a mi casa mire mi espejo y me puse a llorar, sentía impotencia, quería romper el espejo. Poco a poco fui acercándome, tome la tijera y empecé a mirar a la pared, y me quede dormida.
Pastillas para el olvido
Día 22 del mismo mes, olvide estudiar para mi examen de aritmética. Resultado 10. Llegue a mi casa me puse a estudiar, por esos tiempos mis dientes olvidaron que era masticar, mi boca a sentir sabores y mis ojos a mirar todo negro, mi vida se estaba volviendo negra y yo gritaba sin que nadie me escuche. Claro había pasado dos meses y casi nadie me soportaba, casi nadie era mí hermana, mamá, pilar y su madre. Rodrigo ni me miraba. Era horrible me estaba ahogando en un vacío, pero el 2 por ciento mío era feliz, y saben porque, era flaca y pálida.
Los gritos en casa eran pan de cada día, los encerrones del cuarto, vidrios rotos, colillas de cigarros, laxantes y el sonido del retrete eran infaltables, todo eso una sola razón. Su nombre era Ally. Trate de ocultarlo, trate pero no pude ó quizás no quise. Iba medio año haciendo lo mismo y mi mamá sin darse cuenta. Mi madre por ese entonces trabajaba en un Hospital que en vez de curar enfermaba y es que mi mamá absorbía todos los problemas y por ende ella se absorbía. Otra causa de mi capricho, ¿porque mi mamá se ve más delgada que yo?… y eran mis ojos sobre ese espejo, ese maldito espejo que hace tres años rompí. Pues ahora estoy un poco mejor. Así lo creo.
Te creo o no te creo.
Cinco de Octubre, 7 de la noche, mamá salía de guardia y yo dormida en mi cama, luces apagadas, todo oscuro. Mi mamá no subió. Yo levante mi cabeza y una mancha roja. Maaaaaaaa… Y ahora qué? Ally. - Má... estoy sangrando. Tan arta la tenía a mi mamá, que no me creyó, entonces cogí algodón me tape la nariz y me eche mirando la pared de mi cuarto, mis falsas estrellas, mi mundo irreal. Yo sentía que me ahogaba, el sabor de la sangre era horrible, me estaba ahogando y mi mamá no me hacía caso, tan fregada estuve. Así me sentía en ese momento. Mamá mando a mi hermana, ella grito…. Ally está sangrando por la boca… mamá cogió las llaves del carro me cargo, y me llevo a la clínica más cercana. Solo recuerdo la puerta de emergencia una aguja y nada más. Seis de la mañana del día siguiente, volteo mi rostro, todo blanco. Que horrible!!!! había una tranquilidad inmensa, ningun sonido era efervescente . Mi madre al lado durmiendo o tratando de dormir. Ella abrió los ojos y me dijo ¿como estás nena?. Qué paso respondí, nada mi amor creo que te golpeaste y sangraste un poco.
Llega el médico que me checkeaba o como se diga, no recuerdo muy bien me sentía débil, era por la sangre que perdí. Señora no se preocupe, su hija hizo un mal esfuerzo y se le reventó una venita, eso se cauteriza y estará bien. Y supuestamente así fue, la cauterización me dolió, me dolió demasiado. Yo creo que ese año fue mi año tuve más accidentes. Una semana después jugando básquet me rompí el dedo índice. Mierda que dolor!. Por ese entonces no me checkearon, nadie se dio cuenta del mal estado que tenía y yo tratando de ser feliz.Ahora solo me pesaban 42 kilos, y mi pequeño cuerpo de metro 55. Empecé a usar doble ropa, una por el tremendo frío que sentía y otra para que nadie se diera cuenta de cómo estaba en realidad. Eran fines de Octubre una tarde como todas, llegaba del colegio y empecé a comer todo lo que encontré. Ese día comí, comí y comí como nunca. Tirada en la alfombra de la sala arrepintiéndome de tanta mierda metida en mi pequeño estómago, me puse a ver televisión, cuando en eso la publicidad, esa maldita publicidad metida en mis ojos. Fue ahí que me levante corrí al baño y regrese todo a su sitio, la basura que me metí se fue . Y así seguí por tres meses.
to be continued.
bueno...,...creo que es un experiencia aterrodora, la obsesión por ser el prototipo de bonita, un relato personal, amargo. Eso me gusto más que lo cuentas como un desquite, como un relato, no como de forma tragica y novelesca sino de forma real, de forma directa, no cuentas mucho del contexto, solo lo necesario, dejando fluir el relato del punto de vista de la protagonista. El final es genial, te engancha. Espero con ansias la segunda parte.
ResponderEliminaray dolly
ResponderEliminarson tantas cosas q se pasaron x la mnt cuando lei tu post...
las mismas de cuando tu me lo contaste personalmnte...
ahora q no hablamos mucho espero q estes bien!
te kiero mujer!
sabes q aun puedes contar conmigo! =)
buenas vibras!
(Kong)
.. y yo lo sé porque soy parte de esa historia .. come come come! .. no hiciste caso hasta que paso lo del sangrado .. te adoro
ResponderEliminar[Grio]